Redes de resistencia en la exhibición “10 años de MAC en el Barrio”
- Juan José Roque-Giraud
- 3 abr
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Actualizado: hace 4 días
Recorremos la reciente exhibición del Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, la cual recoge una década de intercambios artísticos-comunitarios

El Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico (MAC) se encuentra en una ubicación clave y cargada de historia: la antigua Escuela Rafael M. de Labra en la emblemática Parada 18 de Santurce. Esta zona, escenario de importantes movimientos culturales y sociales, se ha consolidado como un punto de referencia dentro del vibrante y diverso entorno de Santurce. No obstante, en los últimos años ha sufrido profundas rupturas en su tejido social debido al desplazamiento masivo que ha alterado su paisaje y transformado significativamente su dinámica comunitaria.
Hace una década, con el objetivo de fortalecer lazos con comunidades vecinas como Alto del Cabro, Tras Talleres y Sagrado Corazón, el museo expandió su programación más allá de su sede con la iniciativa MAC en el Barrio. Desde 2016, este proyecto ha crecido notablemente, alcanzando cerca de 40 comunidades a través de Puerto Rico y su diáspora en Nueva York. En conmemoración de su décimo aniversario, el museo presenta la exhibición retrospectiva “10 años de MAC en el Barrio”, un homenaje a las comunidades, colectivos y artistas que han sido parte de su evolución. La muestra fue curada por Marianne Ramírez Aponte, directora ejecutiva del MAC y curadora en jefe de la institución, y Abdiel Segarra Ríos, curador asociado.
“Al visibilizar y amplificar narrativas históricamente silenciadas, la exposición subraya que el arte no es solo un objeto de contemplación, sino una poderosa herramienta de resistencia, preservación y reconstrucción de la memoria colectiva” - Juan José Roque-Giraud
Una comunidad, en su dimensión territorial, es un espacio geográfico compartido por un determinado grupo de personas. Sin embargo, el concepto trasciende lo espacial, ya que implica una red de vínculos sociales, culturales e históricos. Desde su fundación, MAC en el Barrio ha fortalecido estos lazos a través del arte, integrándose a los diálogos comunitarios y fomentando la participación activa en procesos creativos y de construcción de memoria colectiva. Así, estas conexiones no solo nutren la estructura comunitaria, sino que también juegan un papel fundamental en la resistencia de comunidades amenazadas por el borramiento y la migración forzada.

A través de una rica selección de documentación gráfica y obras de la colección del museo, la exhibición celebra las múltiples colaboraciones que han fortalecido el proyecto. Una de sus iniciativas más representativa es el Museo de la Memoria de Tras Talleres, dedicado a rescatar y preservar la historia de uno de los cuarenta vecindarios de Santurce. Concebido y desarrollado por sus propios residentes, este espacio permite a la comunidad narrar su historia, fortaleciendo su sentido de pertenencia y agencia. A lo largo del recorrido, otro de los primeros vestigios que recibe al espectador es una serie de llamativos letreros pegados a la pared, provenientes de negocios locales de Santurce. Estos son producto de una serie de talleres de rotulación manual impartidos por el artista Omar Obdulio Peña Forty, con el fin de incentivar a pequeños comerciantes a diseñar su propia identidad visual para destacar sus espacios de trabajo.


Al otro extremo de la sala, una vellonera roja se convierte en un punto de atracción imposible de ignorar. Titulada “La VellonEra en el Colmado San Rafael”, esta pieza es una intervención artística de José (Pepe) Álvarez Colón sobre la rocola original del colmado San Rafael, un espacio emblemático de Alto del Cabro. A través de imágenes y relatos de sus miembros, la obra se transforma en un archivo vivo, rindiendo homenaje a figuras clave de la música popular puertorriqueña y de la comunidad, como Luisa (Cotía) Rodríguez, Hirámoslas Rivas y Legia Vargas.

Esta celebración de los rostros que configuran los espacios comunitarios se hace especialmente emotiva con la serie fotográfica “Feminismos en Puerto Rico”, realizada por Herminio Rodríguez y Raquel Pérez. La instalación, que se extiende de suelo a techo, reúne 44 retratos de mujeres puertorriqueñas fundamentales en la lucha por la equidad de género, entre ellas Ana Teresa Toro, Awilda Sterling-Duprey y Yolanda Arroyo Pizarro. Estas imágenes cobran mayor fuerza al entrar en diálogo con dos obras que las acompañan en las paredes laterales. Una de ellas, “El mundo de Kelvin”, retrato de uno de los miembros de la comunidad El Gandul, pintado por José Luis Vargas. Conocido por integrar la estética del cómic en su obra, Vargas fusiona lo cotidiano con lo sobrenatural, protagonizando a Kelvin mediante símbolos y referencias visuales propias de los superhéroes. Al otro lado, una serie de retratos de residentes del vecindario conocido como La 15 establece un poderoso mensaje sobre la pertenencia territorial. Estas imágenes, parte del proyecto “De barrio a barrio” de Javier Carrasquillo, incluyen un video donde los residentes comparten la vibrante historia de una región que en su momento fue un epicentro de transporte, teatros y comercio en San Juan.


“10 años de MAC en el Barrio” refleja el esfuerzo institucional por insertarse en los diálogos de cada comunidad, respetando sus particularidades sociales y culturales. Sin embargo, ninguna comunidad existe en aislamiento; conviven y se entrelazan con otras, compartiendo experiencias que configuran una red de luchas comunes. La exhibición resalta esta dualidad, mostrando cómo, a pesar de sus singularidades, las comunidades se enriquecen mutuamente. Desde la entrada, la pared opuesta a la puerta nos acoge con un mapa de las regiones con las que el MAC ha colaborado. Aunque cada comunidad se representa con su forma geográfica distintiva, todas están conectadas por un trazo continuo, resaltando poéticamente sus interconexiones.

El videoarte “Por el viento y la corriente”, de la artista tobaguense La Vaughn Belle, hace una labor espectacular en ilustrar estos vínculos, trazando la historia del cimarronaje marítimo entre St. Croix y Puerto Rico. Belle emplea el coco como eje central de la obra, un fruto que evoca la migración, ya que este fue introducido al Caribe por los europeos durante la colonización. A su vez, simboliza los cuerpos que atravesaron estas rutas marítimas, ya que como señala el video, este fruto puede flotar sobre el mar hasta establecerse y echar raíces en nuevas tierras. En la cara opuesta de la pantalla de proyección, se presenta simultáneamente “Talegas de la memoria” de Daniel Lind Ramos. En esta obra, el artista marca paralelismos entre las comunidades de San Mateo de Cangrejos y Loíza, vinculándolas a través de elementos como la pesca y la memoria de la trata transatlántica. En conjunto, ambas piezas ejemplifican hermosamente las luchas y manifestaciones de resistencia que se entretejen a lo largo de Puerto Rico y el Caribe.

En nuestra contemporaneidad, sin duda alguna, una de las tensiones que atraviesan una gran parte de los sectores en el archipiélago es la destrucción del espacio, impulsada por la gentrificación y la mala administración gubernamental de fondos públicos. Este proceso es especialmente evidente en zonas como Santurce y Río Piedras, donde colisionan estructuras abandonadas y complejos de lujo. La instalación “Treinta años en un día”, de Ada del Pilar Ortiz, visibiliza la ardua y prolongada lucha por preservar estos espacios. Ortiz, cuya investigación artística se ha centrado en los testimonios arquitectónicos de distintos sectores, captura el legado del vecindario Juana Matos en Cataño, rescatando su memoria a través de la materialidad. También conocida como El Fanguito, esta comunidad fue expropiada en la década de 1960. Sin embargo, algunos de sus residentes, como Isabel Rodríguez y Pedro Carrión, resistieron la entrega de sus hogares, enfrentando la supresión y el borrado de su identidad. Sus viviendas sirvieron de modelo para esta pieza, creada mediante la impresión de sus estructuras con látex líquido, logrando un efecto similar al de un grabado para reproducir la apariencia de los hogares.

En este sentido, “10 años de MAC en el Barrio” no solo celebra una década de trabajo comunitario, sino que también destaca la necesidad urgente de repensar el papel de las instituciones culturales. Al visibilizar y amplificar narrativas históricamente silenciadas, la exposición subraya que el arte no es solo un objeto de contemplación, sino una poderosa herramienta de resistencia, preservación y reconstrucción de la memoria colectiva. A través de diversas obras, proyectos y colaboraciones, la muestra expone cómo las comunidades no solo habitan los espacios, sino que los resignifican, los defienden y los transforman, reafirmando así la importancia de los diálogos entre las instituciones y las realidades subalternizadas.
Sobre el autor: Juan José Roque-Giraud es historiador del arte. Actualmente, finaliza sus estudios en Historia del Arte en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, con énfasis en América Latina y el Caribe. Su investigación se centra en el arte contemporáneo del Caribe insular y su diáspora, con un enfoque particular en la materialidad, la desmaterialización del objeto artístico y las prácticas efímeras”.