El artista y curador Edwin Velázquez Collazo ofrece una mirada a la exhibición "Paréntesis" de 1996 que abrió camino para otros artistas negros y negras contemporáneos en el país.
Hace 28 años, junto a varios colegas artistas, me di a la tarea de organizar en Puerto Rico una exposición para presentar el talento de artistas negros y negras contemporáneos. La muestra no surgió de la nada, sino como parte de un proceso que inició a finales de la década del ochenta. En ese entonces, se replanteó nuevamente el debate en torno a la continua “invisibilidad” del negro en nuestra sociedad y se comenzó un proceso de reinvestigación sobre la aportación de la raza negra al arte y la cultura puertorriqueña.
Anverso de la invitación de "Paréntesis: ocho artistas negros contemporáneos", exhibición que contó con la participación de Edwin Velázquez Collazo, Arleen Casanova Ferrer (1967-2013), Ramón Bulerín, Awilda Sterling Duprey, Gadiel Rivera Herrera, Liz D. Amable Fantauzzi, Daniel Lind-Ramos y Jesús Cardona. (Foto suministrada / Museo de Historia, Antropología y Arte de la UPR-RP)
Como resultado, en 1989, se celebró la exposición “La presencia africana en el arte del Caribe”, organizada por el Instituto de Estudios Caribeños de la Universidad de Puerto Rico en el Museo de Arte e Historia de San Juan. Posteriormente, en 1992, se llevó a cabo la muestra “La tercera raíz: la presencia africana en Puerto Rico”, organizada por el Centro de Estudios de la Realidad Puertorriqueño en el Arsenal de la Puntilla del Viejo San Juan, Instituto de Cultura Puertorriqueña.
“‘Paréntesis: ocho artistas negros contemporáneos’ fue la primera exposición colectiva realizada en Puerto Rico donde todos los artistas eran afrodescendientes y la única donde la palabra negros ha definido a sus expositores”. – Edwin Velázquez Collazo
Para entonces, las representaciones plásticas que se presentaban como hechas por artistas negros se limitaban a obras con imágenes folcloristas de vejigantes y escenas que podemos definir como costumbristas de bailadores de bomba y plena. Estas marginaban la aportación de artistas afropuertorriqueños contemporáneos y los excluía de las corrientes del arte de ese momento.
Ante ese escenario, en 1995, inicié la organización de la exposición “Paréntesis: ocho artistas negros contemporáneos”, para la que invité a alrededor de 25 artistas plásticos. Lamentablemente, la mayoría no quiso participar porque la palabra NEGROS estaba insertada en el título de la exposición. Finalmente, solo ocho artistas aceptaron la invitación: Arleen Casanova Ferrer (1967-2013), Ramón Bulerín, Awilda Sterling Duprey, Gadiel Rivera Herrera, Liz D. Amable Fantauzzi, Daniel Lind-Ramos, Jesús Cardona y yo, Edwin Velázquez Collazo, que participé como curador y artista. Todos estuvimos dispuestos a enfrentarnos al reto de ensalzar nuestra negritud.
“Paréntesis: ocho artistas negros contemporáneos” fue la primera exposición colectiva realizada en Puerto Rico donde todos los artistas eran afrodescendientes y la única donde la palabra negros ha definido a sus expositores.
Luego de un año de reuniones, análisis y críticas entre los artistas participantes y escritores invitados, Mayra Santos Febres y Eneid Routte Gómez, finalmente logramos presentar la misma en 1996 en el Arsenal de la Puntilla en el Viejo San Juan. La muestra colectiva viajó itinerante al Museo Casa Roig en Humacao, al Museo Fuerte Conde de Mirasol en Vieques y al Centro de Exposiciones de Carolina.
En cada museo o sala donde fue presentada la recepción e identificación del público asistente fue exitosa, logrando una experiencia enriquecedora para los artistas participantes. La exposición cumplió su objetivo de mantener la solidez de su discurso y el objetivo de redefinir la negritud —sin imágenes folcloristas— en las artes plásticas puertorriqueñas.
Luego de su apertura en el Arsenal de la Puntilla en el Viejo San Juan, en 1996, la muestra colectiva viajó itinerante al Museo Casa Roig en Humacao, al Museo Fuerte Conde de Mirasol en Vieques y al Centro de Exposiciones de Carolina. (Suministrada Casa Afro)
Ya han pasado 28 años de haber organizado esta exposición colectiva y me encuentro en una etapa de analizar el impacto de la misma y lo que para mí ha significado. Como curador de la exposición, me reafirmo que “Paréntesis: ocho artistas negros contemporáneos” fue una de las mejores y variadas exposiciones colectivas del momento en nuestro país con respecto al arte contemporáneo. Incluyó obras en diversos formatos como pintura, gráfica, instalaciones y performance, todas realizadas por artistas afropuertorriqueños, y con temáticas variadas que dejaban a un lado las representaciones costumbristas. Los ensayos que acompañaron la muestra; “Artistas negros para catálogo”, de la periodista Eneid Routte Gómez, y “Paréntesis–Ocho artistas negros”, de la escritora Mayra Santos Febres, son hoy un gran recurso de reafirmación sobre una estética afro en el arte puertorriqueño.
La exposición trascendió fuera de nuestro archipiélago, siendo mencionada en diferentes ensayos, charlas y conferencias en la comunidad académica universitaria afroamericana y afrolatina de Estados Unidos como un proyecto de reafirmación afropuertorriqueño y afrocaribeño. Importantes intelectuales y especialistas la han destacado en libros como, “Caribbean Romances: The Politics of Regional Representation” y “The Melanin Millennium. Skin Color as 21st Century International Discourse”. También aparece en "Scripts of Blackness: Cultural Nationalism and US Colonialism in Puerto Rico”, de la doctora Isar P. Godreau, y en "Imaging The Great Puerto Rican Family: Framing Nation, Race, and Gender during the American Century", de la doctora Hilda Lloréns.
Gracias a todos estos esfuerzos, así como al espíritu combativo de la exposición, hoy, casi tres décadas después de su creación, “Paréntesis: ocho artistas negros contemporáneos” sigue siendo visible y vigente como un proyecto de reafirmación afropuertorriqueña y como un proyecto de lucha ante la continua invisibilidad de la negritud en Puerto Rico.